Axel Honneth: la nueva cara de la Teoría crítica

Publicado en por Heriliam

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La Teoría crítica de Habermas, Marcuse y Horkheimer del siglo pasado, se detuvo tanto en cómo el marxismo, el capitalismo, la ideología, la enajenación, falsa conciencia, eran aquellos que se encontraban en la dimensión social, económica y política del Estado Moderno. Lo que condujo a una centralización de las formas y sistemas de concebir el poder desde las altas élites del Estado, para “desenmascaras” justamente esas prácticas que entorpecían al proletariado y a la “plebe”.

            Hoy en día no sé hasta qué punto sea plausible hablar del marxismo o mejor aun de la Teoría crítica del instituto de Frankfurt, Axel Honneth representa un revitalizador de la teoría crítica que incorpora otros elementos para tratar de salvar las críticas sobre la misma Teoría crítica. La propuesta que presenta Honneth es la vía quizás negativa de la Teoría, que sería Benjamín y Adorno. Sin embargo, sigue conservando las ideas de su maestro Habermas y así como Horkheimer, lo cual indica que busca conciliar algunos presupuestos normativos, como acción comunicación  frente a otros. Pero pone también sobre la mesa a Hegel, ya no como un filósofo del “absoluto” y de la totalidad de lo real, sino como un nuevo paradigma para una crítica de la sociedad.

            Lo interesante de Honneth es que recupera a algunos filósofos que parecían estar del lado opuesto de la Teoría crítica, es el caso de Nietzsche. Axel sintetiza su crítica de la sociedad con salvedad genealógica (por supuesto a partir de Nietzsche y Hegel) así; “El resultado de esta fusión de Hegel y Nietzsche es la idea de una crítica de la sociedad en la que para la crítica inmanente de las condiciones dadas se hace la salvedad genealógica de que podría ser que las normas o los principios utilizados hayan perdido ya mucho antes su sentido original” (Honneth, 2009, 55). Parece que el planteamiento del marxismo y de los ideales de la Teoría crítica de los 50´s y 60´s está agotado, o ya produce problemas tanto teóricos como prácticos.

            La apuesta por Nietzsche no se debe tanto al nihilismo o la voluntad de poder, sino a una forma de crítica que no ha sido explotada aun y que parece indicar elementos singulares y atractivos. Quizás la crítica genealógica en Foucault arroje un modo de investigación histórica o genealógica para interrogar los discursos, prácticas y saberes excluidos por el discurso científico propios de Occidente. Cabe mencionar, que Axel recupera a Foucault en su libro Crítica del poder donde intenta hacer un puente de comunicación entre Habermas y Michel Foucault, para armar una estructura interesante respecto a cómo justificar las murallas de las relaciones de poder-saber.

            Retomando las consideraciones de Honneth sobre la revitalización de la Teoría crítica, su apuesta en Nietzsche y Hegel es concebir otros modos menos ortodoxos de crítica de la sociedad, así como Marcuse y Horkheimer en su momento revelaron los abusos de la racionalidad y los imperativos del consumo, ahora a Axel le toca hablar de cómo se fundamentan la validez de una norma según cada cultura dentro de una dimensión social o local. 

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