Fernando Savater en Veracruz: ¿Leer o no leer?
El pasado 15 abril en la USBI-UV (unidad de servicios bibliotecarios de la Universidad Veracruzana), se presentó ante un tumulto de estudiantes, académicos y sociedad en general, el filósofo y escritor español Fernando Savater. Quien impartió la conferencia “La pasión por la lectura”, la cual abordó desde distintas perspectivas recurriendo a un tono chusco e incluso irónico.
Lo que llama mucho la atención en el trámite de la conferencia, es la advertencia que Savater lanza ante los presentes ahí; “No hay que preocuparse por los que no leen sino por los que leen”. A simple vista parece ser un relativismo, el creer que no me interesan aquellos que no leen; ¿entonces para qué motivar a la lectura? Me parece que necesitamos de más lectores para que sigamos entreviendo las historias o experiencias que los autores nos desean compartir a través de sus libros. No sirve de nada tener lectores de círculo, es decir, lectores que ya leen y lo siguen haciendo como una especie de hábito, que comparten entre amigos –sólo de élite– comentarios acerca de una obra literaria o filosófica. Pero que no invitan ni incitan a leer.
Con esto, no quiero decir qué es lo que deben de leer ni mucho menos cómo leer. Más bien, a que no hay barreras para nadie ni élites para leer. Creo, que el objetivo es aumentar el número de lectores en México, no en ahuyentarlos. Por ejemplo, pasa algo similar, con alguien que pasa a tú automóvil pidiendo un moneda, si quiere no le das nada, o bien le das (no analicemos si puede trabajar o no) sino pesemos en ayudarlo al instante. Quizás la moneda no la ocupe para lo que necesita, pero al menos la simple intención basta. De manera que, no hay que preocuparnos por los pobres y ni por qué lo son, ni cómo pueden dejar de serlos. Basta con verlos o ignorarlos.
Pasa algo parecido al que no lee, pues está pobre de espíritu, de pensamiento, de alma, de crítica, de criterio, de razones, de vida (quizás) etc. Tampoco debemos de creer que con que se lea más vamos hacer mejores personas o genios, pero si podremos conservar nuestra imaginación para ser (siempre) niños como decía Nietzsche, de no asociar, memorizar sino PENSAR. Ser creativos. Savater deja una herida abierta a sus lectores, ya que sus libros de ética deban de ser buenas lecciones de cómo respetar y poyar a los “otros”.O simplemente es una filosofía del aparador.